Qué te respondería un profesor de Historia si le dijeras, eh profe, de qué me sirve aprender cosas que pasaron hace siglos, un siglo, 50 años, hace tanto? Si yo no quiero ser profesor de Historia! O si voy a ser ingeniero, abogado, médico, administrador, jugador de fútbol, mil etcéteras…. Es la única faceta de la vida que te importa? Querés demostrar a todo ser que se aproxime lo ignorante que sos de… todo, menos de tu profesión, oficio, empleo?
No hay respuestas tontas, ni preguntas tontas, a menos que se padezca alguna alteración del estado temporario y difuso de lo que llamamos “salud”, cada inquietud que se formule como pregunta lleva en sí la esperanza de su satisfacción, hasta cuando se formula de manera retórica, hay un movimiento que quiere, en algún punto, ser cumplido, por eso ni preguntas ni respuestas tontas, suerte que, al menos, se logró formularla.

Eso no es actualidad, lo fue en su momento, pero hoy no. Pero son lugares valiosos! Por eso están aquí y hay miles, hay millones que ni conocemos, hay valor, hay virtud en Internet, en la vida. Cada creación del hombre que tienda a trascender espiritualmente lleva el valor de la vida floreciendo! Y si nos dijeras que palabras como espíritu no tienen el menor viso de representar algo existente te preguntaríamos, y con qué disfrutas una música hermosa?
La tragedia de lo nuevo es interna, personal y tristemente compartida gracias a la “opinión general” que, por si no lo sabías, es manejada por el interés de turno, sin llegar a catalogarse de ingeniería social (busca el término) se estudia, se practica, da fama y poder, va matando ese niñito que fuiste y que sobrevivía a duras penas por allá adentro.
No hay preguntas tontas y no hay respuestas tontas, no preguntas por lo que ya dijimos ni respuestas porque lo creas o no, toda conducta comunica. Que nos sigamos comunicando, eso sí que es actual y es importante.
Chau. Esta música del alma, aguante! (Ariel H.)
Fotos: Imágenes de Google.
No hay comentarios:
Publicar un comentario